De regreso a casa. Tras cinco meses de protección de huevos de taricaya, alrededor de 5000 crías retornaron a ríos del Parque Nacional Alto Purús y la Reserva Comunal Purús con motivo de su aniversario. Guardaparques, instituciones educativas, federaciones indígenas y sociedad civil trabajaron unidos en la conservación de esta especie vulnerable de la Amazonía peruana.
Más de 5000 taricayas se liberarán en ríos de Purús
“Un río con taricayas, es un río sano”, comentó una comunera Yine de Monte Salvado (Madre de Dios) esperando con ansias el momento de liberación de las crías de taricayas (Podocnemis unifilis). Una escena simbólica donde cientos de tortugas retornan al río, luego de haber sido cuidadas durante dos meses por una red de aliados interesados en su conservación.
Este compromiso comunitario se destacó en el 18º aniversario del Parque Nacional Alto Purús y la Reserva Comunal Purús con liberaciones de crías de taricaya desde el 15 al 23 de noviembre en los ríos (Tahuamanu, Las Piedras, Alto Purús, Saniruja y Acre) de estas áreas protegidas.
En los diferentes puntos de liberación participaron guardaparques del Sernanp, comunidades indígenas, instituciones educativas, federaciones nativas y socios como FZS Perú; y juntos lograron la meta de retornar alrededor de 5000 crías de taricaya a su hábitat natural. Un paso importante para salvaguardar esta especie que se encuentra en estado vulnerable por la extracción desmedida de sus huevos y está listada en el Apéndice II de la Convención Internacional de Tráfico de Especies en Peligro (CITES) y es la tercera especie más traficada en el país.
Manejo sostenible de la taricaya
Desde el 2011, el área protegida ha venido impulsando el manejo sostenible de esta especie emblemática para el PNAP, que forma parte de la seguridad alimentaria de las comunidades, principalmente indígenas. A partir del 2019, se ha promovido mayor participación de las comunidades que hacen uso de este recurso en las zonas aledañas al Parque Nacional Alto Purús y la Reserva Comunal Purús.
¿Cómo? A través actividades de educación ambiental con estudiantes, información derivada del monitoreo biológico de FZS Perú y a través de capacitaciones sobre protocolo de cuidado en el manejo sostenible. En estos sectores se practican dos métodos: el primero, se basa en el cuidado de nidos en las mismas playas a las riberas del río. El segundo método consiste en la recolección y reanidación de huevos de taricayas en camas de incubación construidas en las comunidades e instituciones educativas, donde se protegen los huevos hasta su liberación al río.
El monitoreo constante a todo este proceso asegura el éxito de supervivencia de las nuevas crías. Por ejemplo, en las comunidades nativas de Puerto Nuevo y Monte Salvado de la etnia Yine y Ashanínka, cuenca del río Las Piedras, se construyeron cuatro camas de incubación, lo que significó más de 2000 huevos de taricayas protegidos en el 2022. Además, en el caso de la comunidad Monte Salvado, se vigilaron tres playas naturales del río Las Piedras, cuidando así un total de 28 nidos de taricayas de forma natural.
Esta iniciativa ha involucrado a todos los miembros de estas comunidades, quienes se turnaron para el cuidado de los huevos. “Todos tenemos un rol importante para cuidar a las taricayas, nosotros los promotores cuidamos, protegemos y llevamos un registro de los huevos”, Daker Sebastián, promotor de Monte Salvado.
Toda esta estrategia de protección contó con el respaldo del Sernanp, la Fenamad, a través de la Coinmabad, el apoyo técnico de FZS Perú y la Fundación Gordon y Betty Moore.