Corazón Masheke: Arte Ese Eja para la conservación

El cuidado de las áreas naturales protegidas es un trabajo que no se limita a autoridades e instituciones. Las comunidades nativas son principales aliados y agentes de conservación que garantizan la protección de sus bosques, ya que, sin su compromiso, los esfuerzos por conservar estos territorios no serían duraderos. Por ello, esta labor también implica el fortalecimiento de actividades económicamente sostenibles de sus poblaciones aledañas o con un estrecho vínculo con el territorio. 

Las artesanas de la asociación “Masheke” de la comunidad nativa Sonene perteneciente al pueblo Ese Eja (Parque Nacional Bahuaja Sonene) elaboran productos como cestas, abanicos, canastas, entre otros con fibra de “Tamishi” (Heteropsis oblongifolia). Esta técnica denominada “cestería” y sus conocimientos, saberes y usos asociados han sido declarados Patrimonio Cultural de la Nación (MINCUL, 2018). Este arte refleja su vínculo con el territorio junto al manejo y uso sostenible de los recursos del bosque, además de ser una práctica estrechamente vinculada al ámbito femenino que construye identidad de género y social. 

Este proceso inicia con la recolección de insumos en el bosque para ser secados y transformados en hilos de diferentes tamaños que serán teñidos con insumos naturales como la sanipanga, la corteza de caoba, el palillo y el huito. Su trabajo es expuesto en actividades locales, regionales y a nivel nacional, como fue la última edición de la feria Ruraq Maki organizada por el Ministerio de Cultura en la ciudad de Lima.  

Las artesanas mantienen viva esta práctica cultural que, gracias al trabajo con organizaciones y entidades como Sernanp, AIDER y FZS Perú han empezado a lograr avances en técnica y sostenibilidad económica y organizacional. Así mismo, las instituciones han apoyado a las artesanas en su fortalecimiento organizacional y formalización, para acceder a nuevas oportunidades de comercialización. 

Durante el mes de marzo del presente año, 11 mujeres pertenecientes a la asociación de artesanas recibieron capacitaciones en biojoyería (pulseras y collares) y diseño de productos textiles y con fibra vegetal de la mano de la diseñadora de modas Anabel de la Cruz junto a especialistas del Parque Nacional Bahuaja Sonene, FZS Perú y AIDER. En esta actividad fortalecieron y desarrollaron conocimientos como el uso de máquinas de coser, confección de productos textiles (mini bolsos y cartucheras) y teñido natural. 

El 17 de mayo, la asociación de artesanas dio un paso importante en su crecimiento a nivel institucional y funcional, pues inauguraron la primera casa dedicada a su artesanía. Un espacio donde podrán trabajar su arte y exponerlo a locales y visitantes. La casa, ubicada en el ingreso de la comunidad, fue construida por los propios comuneros y comuneras con el apoyo financiero y técnico de AIDER. La casa recibe visitantes hoy en día previa coordinación con el Parque Nacional Bahuaja Sonene. 

La diseñadora de modas, Anabel de la Cruz, comentó que “es increíble el conocimiento que tienen las mujeres de Sonene, y cómo a través del uso de plantas ellas pueden crear su propia teoría del color, combinando colores fríos con colores cálidos y obteniendo diversos colores como: morado, amarillo, verde y gris”. Por su parte, Edwin Tucha, motorista de FZS y miembro de la comunidad nativa Sonene indicó “he visto mucha participación de las mujeres, se han organizado muy bien y han puesto mucho empeño en aprender a usar las máquinas de coser.” 

FZS Perú junto a AIDER y Sernanp continúa trabajando junto a las artesanas con el fin de que puedan desarrollar su trabajo de forma sostenible, mostrando su legado cultural hacia el mundo.