El estado de emergencia producto de la pandemia no ha evitado que la minería ilegal siga operando.
Hacia una agenda común contra la minería ilegal
El estado de emergencia producto de la pandemia no ha evitado que la minería ilegal siga operando. Al contrario, el problema se ha agudizado y sigue devastando varios puntos del país tanto en los Andes como en la Amazonía. Según la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), durante el periodo de cuarentena se han realizado alrededor de 2000 interdicciones en el país, de las cuales más de la mitad han sido contra la minería ilegal.
Las Áreas Claves de Biodiversidad y los corredores de conservación en los Hotspot Andes Tropicales, no están exentas de la minería ilegal. En base a un diagnóstico, elaborado con el apoyo del observatorio de minería ilegal de la sociedad civil peruana, se evaluó la presencia de la actividad minera aurífera y sus impactos en cuatro corredores biológicos (Noreste, Yanachaga– Carpish, Cordillera del Cóndor, Cordillera de Vilcanota), y en la zona Loreto (río Nanay).
Ante este escenario, la FZS Perú con el apoyo financiero de Critical Ecosistem Partnership Fund (CEPF) presentó a los miembros del Observatorio de Minería Ilegal y Actividades Vinculadas en Áreas Claves de Biodiversidad en Perú una estrategia nacional, que, en tiempos de pandemia, ha cobrado más urgencia y servirá para las acciones que se realizaran desde este espacio. Este plan establece lineamientos para controlar la minería ilegal de manera articulada entre actores estatales con competencia como la FEMA, la Policía Nacional, organismos de la sociedad civil y ciudadanía.
El objetivo central de la estrategia es contar con mecanismos integrales que permitan erradicar la presencia de la actividad minera aurífera ilegal e informal prioritariamente en espacios conocidos como Áreas Claves de Biodiversidad (ACB) y los corredores de conservación en los Hotspot Andes Tropicales, entre otras zonas del país. Estos espacios son de gran importancia para la conservación de la diversidad biológica y las poblaciones humanas, debido a que proveen servicios ecosistémicos (como agua potable, aire limpio, entre otros) que benefician a muchas poblaciones.
La estrategia nacional, presentada a los representantes del observatorio el viernes 28 de agosto, propone acciones articuladas en cuatro ámbitos: social, ecológico, económico y normativo. Este documento recibirá la retroalimentación y será validado por las organizaciones miembros.
Esta estrategia nacional forma parte de una iniciativa regional que se implementa en Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, países que también albergan estas áreas claves de biodiversidad y corredores de conservación en los Hotspot Andes Tropicales, los que de igual manera se encuentran amenazados por la minería ilegal. En suma, es una visión regional para combatir la minería ilegal en estos espacios de alta biodiversidad.