El efecto multiplicador de los protocolos de monitoreo para proteger especies amenazadas

¿Qué tienen en común especies de la Amazonía como la taricaya, el manatí y el lobo de río? En los últimos años, enfrentan un declive en sus poblaciones por la reducción de su hábitat o presiones humanas como la caza, captura, etc. En la última Conferencia de las Naciones Unidades sobre la Diversidad Biológica (COP15), se firmó un acuerdo histórico para revertir la pérdida de la biodiversidad y mantener así el equilibrio de ecosistemas necesarios para la humanidad.  

El Perú, siendo un país con alto índice de biodiversidad que suscribe este acuerdo internacional, tiene el compromiso de la conservación de especies, con énfasis en aquellas amenazadas. Entre ellas, la taricaya (Podocnemis unifilis), el manatí (Trichechus inunguis) y el lobo de río (Pteronura brasiliensis) se han establecido como prioritarias a conservar en las áreas naturales protegidas donde habitan, de acuerdo al plan maestro o documento matriz de gestión del Sernanp. 

Medidas por la biodiversidad 

Identificar una especie prioritaria implica llevar un monitoreo permanente. Como FZS Perú, hemos impulsado la creación de protocolos de monitoreo biológico de estas tres especies, aprobados por la Dirección de Gestión Áreas Naturales Protegidas. ¿En qué consiste un monitoreo? Es equivalente a un censo de animales con el que se da seguimiento al número de individuos de una misma especie en su hábitat natural y durante un periodo determinado. 

 El objetivo de los protocolos de monitoreo es optimizar la evaluación del estado de las poblaciones de estos animales en el tiempo e identificar la intensidad de sus amenazas. Cada especie requiere de un protocolo específico para su evaluación donde se seleccionan los instrumentos, el periodo y aspectos técnicos y logísticos. La información recabada de los protocolos facilita la toma de decisiones y acciones para la conservación a nivel local.  

“El protocolo de un monitoreo biológico es una forma de estandarizar los indicadores, metodología, temporalidad y análisis de resultados que ayuden a responder el estado de estas especies en un lugar determinado. De esta manera, es posible tomar acciones si es que vieran una disminución en el umbral en base a sus indicadores.”, enfatizó Leydi Auccacusi, especialista de monitoreo y manejo de recursos de FZS Perú. 

Protocolos participativos  

La implementación de los protocolos involucra la participación de guardaparques y comunidades locales. En el caso del monitoreo de la taricaya, el equipo monitor está conformado por guardaparques de la Reserva Comunal Purús, el Parque Nacional Alto Purús (Madre de Dios y Ucayali) y especialistas de FZS Perú. Además, se fortalecen las capacidades de investigación con talleres sobre organización y procesamiento de datos recolectados durante el monitoreo. 

En el caso del protocolo del manatí, se aplica tanto en la zona de influencia como al interior del Parque Nacional Yaguas (Loreto). Este monitoreo incluye encuestas a tres comunidades del Bajo Putumayo quienes informan sobre encuentros con la especie durante la actividad pesquera. En tanto, en el último censo de las poblaciones de lobo de río en el río Manu en el Parque Nacional del Manu (Madre de Dios) se involucraron 10 guardaparques capacitados en el protocolo. Ellos pertenecen a comunidades nativas al interior del Manu, lo que permite mantener una vigilancia durante todo el año. 

La creación de los protocolos deriva en el desarrollo de capacidades de más agentes de la conservación y permite estimar los presupuestos para que las áreas naturales protegidas en un futuro den el seguimiento a estos monitoreos. Los protocolos facilitan la conservación de la especie en un área natural protegida y otorga los parámetros para un mejor aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. 

Próximos protocolos  

En trabajo conjunto entre FZS Perú y Sernanp, se encuentran en proceso de elaboración y aprobación los protocolos de monitoreo de la densidad poblacional del paiche (Arapaima gigas) y arahuana (Osteoglossum bicirrhosum) en el Parque Nacional Yaguas con el objetivo de conservar a estas dos especies de peces al interior del PNY, y de esta forma lograr que la población de paiche y arahuana se mantenga libre de presión de pesca.  

De igual forma, en coordinación con la Asociación para la Investigación y Desarrollo Integral (AIDER) como ejecutor de contrato de administración, se continúa trabajando con la elaboración de los protocolos de monitoreo de lobo de río al interior de la Reserva Nacional Tambopata y el Parque Nacional Bahuaja Sonene, donde se tiene la participación de especialistas de la jefatura de cada área natural protegida.

FZS Perú juega un papel importante en la elaboración de estos protocolos por el trabajo que durante años ha realizado con el lobo de río, datos de casi 30 años que han servido para plantear los lugares de monitoreo y el umbral de esta especie para cada área protegida. Además, del apoyo constante que brinda con especialistas en estos temas para la capacitación a guardaparques con el monitoreo de estas especies de interés para el área.