Cuatro lideresas vienen fomentando programas de género y acciones claves de conservación en los parques nacionales como el Manu y Yaguas, la Reserva Nacional Tambopata y la Reserva Comunal Purús. ¡Conozcamos sus historias!
4 mujeres impulsoras de igualdad y sostenibilidad en áreas protegidas
Mircia Metaki es una joven Matsiguenka que promueve la seguridad alimentaria y la prevención de violencia de género en las comunidades Matsigenkas al interior del Parque Nacional del Manu (PNM) en Madre de Dios. Forma parte del programa mujer de la Fenamad y ha participado en talleres organizados por el PNM y FZS Perú.
Entre mayo y diciembre del 2021, Mircia ha capacitado a aproximadamente a 162 mujeres y 51 varones de las comunidades de Tayakome, Yomibato, Tsirerishi y Sarigeminike sobre dietas balanceadas, lavado de manos y buenos hábitos para prevenir enfermedades parasitarias.
También ha brindado charlas para la prevención de la violencia de género en las comunidades. “Les hablo de la importancia de la igualdad entre varones y mujeres, de la no violencia contra la mujer (…) Creo que es importante realizar estas actividades para mejorar los conocimientos de las mujeres y evitar el maltrato a la mujer”, enfatiza Mircia.
Melissa Rivera es la única mujer guardaparque de la Reserva Comunal Purús (RCP), en Ucayali. Siendo este territorio predominantemente indígena, Melissa está en el día a día en contacto con diferentes etnias que habitan el Purús, en diálogo intercultural y aprendizaje continuo. Aprecia la diversidad cultural y la cosmovisión de los pueblos originarios.
En los programas que desarrolla como guardaparque de la RCP, Melissa incentiva el enfoque de género con la certeza de impulsar liderazgos femeninos en las comunidades. “Hoy en día gracias al trabajo del Sernanp, hemos involucrado a las mujeres indígenas en la participación de actividades de patrullaje y educación ambiental. Ha sido un reto difícil, pero estamos avanzando de a pocos”.
En diciembre de 2021, Melissa recibió el Premio para la Conservación ‘Carlos Ponce del Prado’ en la categoría Guardaparque destacada. Un reconocimiento que afianzó su deseo por generar un engranaje para el desarrollo de la población y la protección de los bosques del Purús.
Liz Chicaje Churay, natal de la comunidad de Pucaurquillo (Loreto) es una lideresa indígena Bora. Lleva muchos años abogando por la defensa de los derechos indígenas y sus medios de subsistencia. Su comunidad forma parte de las 26 comunidades asentadas cerca al Parque Nacional Yaguas, provenientes de pueblos indígenas Murui, Ocaína, Kichwa, Yagua, Bora y Tikuna.
Liz y otros líderes indígenas lucharon por contener el avance de actividades ilícitas que depredaban los recursos naturales del Yaguas. Bajo este objetivo, establecieron acciones conjuntas con el Sernanp y organizaciones como FZS Perú hasta alcanzar la declaración del Parque Nacional Yaguas en 2018.
Por esta persistencia en favor de la conservación, Liz fue galardonada por el premio ambiental Goldman 2021. En la ceremonia, Liz enfatizó: “gracias por reconocer nuestro trabajo en conjunto a los líderes indígenas quienes nos enfocamos en difundir cuán importante es cuidar los recursos, el medio ambiente y el territorio indígena”.
Gisella Perez se unió como guardaparque del Parque Nacional Bahuaja Sonene hace cuatro años y es especialista en conservación y ecoturismo. Ha estado siempre en permanente aprendizaje sobre áreas protegidas, primero como voluntaria y ahora desde su especialidad trabaja arduamente para sacar de las potencialidades turísticas que tiene el Parque Nacional Bahuaja Sonene, ubicado en Madre de Dios y Puno.
Maravillada de los paisajes únicos que custodia el área protegida como las Pampas de Heath, Gisella invita a cuestionarse qué tipo de turismo es el mejor para el área, qué queremos que los turistas aprendan del parque y qué pueden brindar los locales y guardaparques. Su objetivo siempre es impulsar un turismo que “permita al visitante conocer un poco de Bahuaja Sonene, que nosotros marquemos un antes y después en sus vidas, la idea es construir juntos una actividad turística que deje huella a todos y todas”.
Gisella, desde el ecoturismo, quiere dar a conocer la gran biodiversidad del bioma amazónico de Bahuaja Sonene y, menciona que, representa una despensa para la conservación de las etnias Harakbut y Ese E ‘ja. En ese sentido, asegura que en el trabajo con las comunidades nativas seguirá impulsando mayor igualdad “debido a que los espacios de decisión suelen estar liderados por varones, sin embargo, se viene trabajando en el marco de las costumbres de las comunidades algunas actividades que permiten empoderar poco a poco a las comuneras”.